dissabte, 11 de gener del 2014

Psicología Positiva, Martin Seligman.

Presentación Resiliencia

PDF A MODO DE “REVISTA DIGITAL”: CALAMÉO

Competencias Emocionales

Artículo PDF de un tema propio de la asignatura

Optimismo, ansiedad-estado y autoconfianza en jóvenes jugadores de balonmano
Este estudio analiza la relación entre optimismo, ansiedad competitiva y autoconfianza en una muestra de 133 jugadores adolescentes de balonmano. Para dicho análisis se administraron los cuestionarios LOT-R en su versión española de Otero-López, Luengo, Romero, Triñanes, Gómez y Castro (1998), y el CSAI-2 (Competitive State Anxiety Inventory-2) de Martens, Burton, Vealy, Bump y Smith (1990). Los resultados indican que los deportistas con perfil optimista, sienten menos ansiedad estado, tanto cognitiva como fisiológica, encontrando en esta última resultados es-tadísticamente significativos. Por otro lado, los sujetos optimistas muestran mayores niveles de autoconfianza.

dissabte, 4 de gener del 2014

"EN EL REINO DE LAS MARIPOSAS"

Un cuento sencillo y breve que puede ayudar a percatarse del significado de la actitud empática y de la necesidad de mantener un buen equilibrio entre la implicación emotiva y afectiva con el ayudado, de modo especial la necesidad de vivir sanamente la fase de la separación.

En el reino de las mariposas, una vez el rey vio algo que relumbraba a lo lejos. Entonces quiso saber de qué se trataba. Envió a una mariposa para que investigara. La mariposa fue, volvió y le dijo al rey: “Es la luz de una vela”. El rey no quedo conforme ante esta respuesta y envió a otra mariposa para que indagara más sobre aquello que resplandecía. La segunda mariposa fue y, al acercarse más, se quemó un poco las patitas, volvió algo asustada y dijo al rey: “Es la llama de una vela, y es algo que produce dolor”. El rey no quedó tranquilo aún y envió a otra mariposa. La tercera mariposa se acercó tanto a la llama que se quemó en ella. La mariposa no volvió y el rey sólo percibió el olor a chamusquina de su cuerpo quemado.

Una reflexión sobre este breve cuento puede servir para pensar hasta qué punto hay que implicarse con el sufrimiento ajeno: la primera mariposa podría representar a quien no se aproxima lo suficiente como para percatarse del fuego (entendamos nosotros sufrimiento). La segunda puede representar a quién se acerca al mundo del dolor ajeno y percibe el fuego, quedando afectado por él, aunque con posibilidad de volver. La tercera se acercó demasiado, quemándose en él. Este quemarse es lo que se entiendo por el síndrome del burn-out. El equilibrio en la actitud empática cosiste en actuar como la segunda mariposa: aprender a captar realmente lo que hay en el otro, pero sin identificarse tanto que ello impida establecer la distancia necesaria para poder seguir viviendo y ayudando a otras personas. Vivir sanamente este equilibrio entre acercamiento y distanciamiento, entre bajar al pozo ajeno y salir de él, es garantía de una buena intervención enfermera y de un buen grado de salud del ayudante.

ESCUCHA POR FAVOR LO QUE NO DIGO

Aquí os dejo un poema que un día un profesor en 1º nos relató en una de sus clases y el cual me marcó bastante y me hizo reflexionar. Espero que os guste!


No te engañen mis apariencias.
Porque son sólo una máscara,
Tal vez mil máscaras, que me da miedo quitarme,
aunque ninguna de ellas me represente.
Aparento sentirme seguro,
que todo va de maravilla, tanto dentro como fuera;
aparento ser la confianza personificada,
poseer la calma como una segunda naturaleza,
controlar la situación
y no necesitar de nadie.
Pero no me creas, te lo ruego.
Exteriormente puedo aparecer tranquilo;
sin embargo, lo que ves es una máscara.
Debajo escondido, está mi verdadero yo,
en la confusión, en el miedo, en la soledad.
Pero lo escondo.
No quiero que nadie lo sepa.
Me invade el pánico
ante el solo pensamiento de demostrarlo.
Por eso necesito constantemente
crear una máscara que me oculte,
una imagen pretenciosa que me proteja
de la mirada perspicaz.
Pero precisamente esa mirada es mi salvación.
Mi única salvación. Y yo lo sé.
Mas, cuando viene acompañada de la aceptación, del amor,
entonces se convierte en lo único
que puede liberarme de mí mismo,
del mecanismo de barreras que he levantado;
lo único que puede asegurarme de algo
de lo que no logro convencerme a mí mismo:
de que en verdad tengo algún valor.
Pero esto no te lo digo. No tengo valor para ello.
Temo que tu mirada no venga acompañada
de la aceptación, del amor.
Temo, quizá, que puedas cambiar de opinión sobre mí,
que no me tomes en serio
y que tu sonrisa acabe matándome.
Tengo miedo en el fondo de no valer nada,
y que tú te des cuenta y me rechaces.
Entonces sigo con mi juego de pretensiones desesperadas,
con apariencia de seguridad por fuera
y con un niño tembloroso por dentro.
Exhibo mi desfile de máscaras,
y dejo que mi vida se vuelva una ficción.
Te cuento todo lo que no cuenta nada
y nada de lo que en verdad es importante,
de lo que me atormenta por dentro.
Por eso, cuando descubras esta rutina,
no te dejes engañar por mis palabras:
escucha bien lo que no te digo,
lo que quisiera decir, lo que necesito decir,
pero no logro expresar.
No me gusta esconderme, te lo confieso.
Me encantaría ser espontáneo, honesto y sincero,
pero tienes que ayudarme.
Por favor, tiéndeme tu mano,
aunque parezca ser lo último que deseo.
Tan sólo tú puedes sacar a la luz mi vitalidad:
siempre que eres amable, atento y solícito,
siempre que tratas de comprender,
porque me quieres,
mi corazón palpita y renace.
Quiero que sepas lo importante que eres para mí
y el poder que tienes de hacer emerger la persona que soy.
Basta con que lo quieras. Te lo ruego, escúchame.
Tan sólo tú puedes derribar las barreras
tras las que me refugio,
tan sólo tú puedes quitarme la máscara,
tan sólo tú puedes liberarme de mi solitaria prisión.
No me ignores, por favor, no pases de largo
Ten paciencia conmigo.
A veces parece que, cuanto más te acercas,
tanto más me rebelo contra tu presencia.
Es algo irracional, pero es así:
lucho contra lo que necesito.
¡Así es a menudo el ser humano!
Pero el amor es más fuerte que toda resistencia,
y ésta es mi esperanza.
Mi única esperanza.
Ayúdame a derribar estas barreras
con tus manos fuertes,
a la vez que delicadas,
porque un niño es siempre algo muy frágil.
Quién soy yo?, te preguntas.
Soy alguien a quien conoces muy bien.
Soy cada persona que encuentras.
Soy tú mismo.